12-05-2025
- Acabado: Mayo 2025
- Jugado en PlayStation 5
De primeras voy a ser sincero y honesto: no soy objetivo con los juegos basados en Japón… y también tengo decir que para aquellos profanos en Japón no van a poder disfrutarlo al mismo nivel que lo he disfrutado yo por el sinfín de detalles que tiene el título.
Está claro que un juego que tenga a Japón como uno de sus protagonistas me va a llamar la atención. Y si es de una saga donde una de sus mayores virtudes es la ambición por los detalles y la ambientación, pues aún más. A mí me animó mucho el anuncio del título, no os voy a mentir que llevaba esperando desde los tiempos de Ezio que aprovechara que estaba en Navarra acabando con el malvado César Borgia y que se embarcara con San Francisco Javier rumbo a Japón aprovechando su misión evangelizadora para fundar una orden de asesinos en Japón… A ver, no podría haber sido Ezio porque cuando Ezio acabó con el Borgia en tierras navarras, San Francisco Javier tenía solo un año… pero bueno, tampoco iba tan desencaminado si os fijáis en las fechas en las que sucede Shadows.
También es cierto que desde que se volvió una saga muy a lo The Witcher y comenzó a ofrecerse como títulos demasiado grandes, inabarcables… la abandoné a partir de Assassin’s Creed Origins. No es que fuera un mal título, es que simplemente yo no era su público. Curiosamente, en este título, esto, para mí, no ha sido un problema… pero vayamos por partes.
Cosas técnicas
A nivel técnico es simplemente impresionante. Los escenarios son preciosos, las luces, sobre todo con los efectos ambientales (amanecer, lluvias, truenos, vientos, los cambios de estación… ) es increíble el mimo por el detalle, detalle hasta el punto ridículos que piensas “¿en serio hubo un diseñador, o varios, que se puso a programar esto de lo que que seguramente nadie se daría cuenta?”… pero supongo que es el alma del juego. Luego la reconstrucción de las casas, castillos que ya ni existen, lugares y momentos históricos, accidentes geográficos… están perfectamente recreados. Los lugares son reconocibles aunque su ubicación difiera un tanto de la realidad (evidentemente Osaka no está a 3 minutos corriendo desde Kioto por muy ninja que seas).
La música es una delicia, teniendo un estilo muy diferente cuando ocurren cosas con la ninja Naoe o con el samurái Yasuke pero los sonidos ambientales se llevan la palma.
El control es muy preciso y hay mucha diferencia entre controlar a Naoe y controlar a Yasuke. Sí, Yasuke es más fuerte y con una bofetada te manda a Sapporo pero también es más torpe (impagable los saltos de fe que te hace) y mucho más lento. Naoe, como buena ninja, es heredera de los movimientos ágiles de los asesinos de la saga y se mueve mucho mejor por los escenarios, pero también es más débil dada su complexión.
Como cosa negativa podría decir que a veces el control es poco concreto y que los personajes tienen movimientos preestablecidos si pasan cerca de algún elemento (tener que salir 15 veces de un montón de paja porque a poco que te acerques te metes en él…). En momentos muy puntuales te juega malas pasadas y es posible que te deje vendido en alguna parte del sigilo pero es algo muy residual y se manejan muy bien.
Historia
Tengo que admitir que si bien a nivel de contexto histórico el juego es muy envolvente, no lo es tanto con las historias de Yasuke y Naoe que se diluyen en el sinfín de misiones secundarias que vas encontrando. No es que no sean interesantes, la de Yasuke por ejemplo tiene momentos muy épicos de poner la piel de gallina… simplemente es que avanzan de forma muy espaciada en el tiempo de juego.
También depende de cómo juegues. Puedes ir haciendo la historia principal de un tirón y luego las secundarias, pero yo soy de no cerrar el juego porque una vez que llegue al final no sigo jugando y además, las historias de la liga dan mucho trasfondo a personajes secundarios y enriquecen las de los protagonistas.
Tanto a Naoe como a Yasuke se les coge cariño, sobre todo en los momentos que comparten los dos con algunas charlas o actividades que le da más profundidad a su relación. Estas misiones son secundarias también y voluntarias por lo que es fácil perdérselas.
Si hay algo que he echado en falta es que ya todo el tema del Animus es testimonial. Lo que empezó como una historia que vertebraba y daba cohesión a la saga aunque se contara en segundo plano también daba sentido a la búsqueda de los fragmentos del Edén por parte de los templarios o de los asesinos. Ahora son los propios eventos de cada título lo único necesario para justificar la aventura. No voy a negar que echo de menos a Desmond porque parecía que nos llevaba a una culminación más grande con una batalla épica en tiempos actuales. Sin embargo entiendo también que alargar esta historia o buscarle una conclusión podría hacer que limitara los títulos posteriores además de hacer más difícil el acceso a nuevos usuarios a la saga, pues tras 20 años se habría complicado irremediablemente, algo que le ha pasado a Kingdom Hearts o pasó a Resident Evil hasta que se reinventó.

Luego tenemos, porque de todo hay que hablar, toda la polémica artificial sobre el título. Porque ahora a la gente le ha dado por ponerse rigurosa históricamente cuando han puesto a un negro como protagonista de un juego de samuráis. Evidentemente esto no merece mucha más consideración hacia aquéllos que quieren disimular ciertas actitudes poco estéticas con otras más dignas para ahuyentar las sospechas de racismo y que cualquiera con dos dedos de frente no se traga. Es que, hasta manipular noticias sobre sesiones de la Dieta (el parlamento japonés) para disfrazar de exigencia digna lo que a todas luces era racismo para cualquiera que no haya perdido la humanidad a partir de la polarización política que vivimos en estos tiempos.
Es que no se puede poner uno riguroso históricamente con una saga donde, tomando de nuevo el ejemplo de Ezio, mata al Papa y a otro de los Borgia y a una decena de personajes históricos siendo un personaje ficticio o el caso de Altaïr donde hasta se manipulan fechas de sucesos. Hemos tenido tortugas ninja, gatos samurái y hasta Tom Cruise se declaró el último samurái al servicio del emperador de Japón y nadie se molestó. Al menos Yasuke existió aunque no se sepa mucho de su historia y cual fue el alcance de la misma, pero como punto de partida me parece bastante inteligente por parte de Ubisoft para diferenciarse de los cientos de juegos de samuráis existentes.
Cosas que hacer
Voy a ser claro: hay chorrocientas cosas que hacer. Es imposible dar un paseo por un pueblo sin que se abran 20mil iconitos de misiones secundarias y cosas que hacer: que si dibujar sumi-e, probar platos, conseguir canciones para la liga, hacer katas, hacer movimientos ninja, rezar a jizos (figuras budistas en el camino), probar a disparar con el arco, coleccionar mons (escudos heráldicos), pasearse por todos los lugares del mapa… Tienes muchas cosas que hacer para no aburrirte aunque, siendo un assassins el grueso de las misiones es matar un objetivo y puede que esto limite un poco el abanico de acciones.
Para mí moverme por el mapeado ya era suficiente para disfrutar del título y he hecho la mayoría de las misiones que me he ido encontrado pero es que hay tantas que se ha dado el caso de que algunas misiones las había hecho de antemano porque había matado a un presunto personaje irrelevante que me había encontrado por el camino de cualquier ciudad…
También es cierto que hay veces en que me he agobiado porque yo para disfrutar un juego necesito tener la impresión de que estoy avanzando. Que cuando acabes algo el juego te “obsequie” con más cosas que hacer y muchas de ellas repetitivas es como cuando estas eliminando piezas en el Tetris y te caen chorrocientas más de golpe después de eliminar 4 líneas.
Conclusión
Para empezar, si habéis llegado aquí: ¡¡Enhorabuena!! y gracias! A mí el juego me ha encantado. Así de claro, pero ya digo que siendo sobre Japón, lo he disfrutado a unos niveles diferentes de, por ejemplo, Oddisey o Valhala que ni me planteo jugarlos a corto/medio plazo.
En este caso, después de casi 70 horas, puedo decir que lo he disfrutado mucho pero es una opinión muy personal y no sé hasta qué punto es extrapolable para otras personas. Si te gustan los últimos Assassin’s Creed es una parada obligatoria a no ser que estés saturado de la fórmula que se aleja de títulos como Rogue o Unity. Pero si los juegos así te abruman y no eres muy fan de Japón, yo lo dejaría. Tengo que admitir que si yo no fuera un friki de Japón, no se me habría pasado por la cabeza ni jugarlo. Pero no porque sea un juego malo sino porque es un tipo de título que a mí me abruma sobremanera por la cantidad de cosas que hacer que hay.
En este caso, como todas las cosas que hay que hacer es descubrir el inmensísimo y detallado mapeado del centro de Japón a finales del siglo XVI lo tengo más que amortizado. Y más que seguiré jugando porque me quedan cosas por hacer pero quiero dejarlo un tiempo en barbecho mientras llegan los nuevos contenidos que Ubisoft ha comentado que empezarán a llegar cada cierto tiempo.
Assassin's Creed Shadows: Un juego muy completo y técnicamente impecable que a poco que te guste Japón podrás disfrutar como un enano aunque tal vez abrume su inmenso mapeado o la cantidad de cosas por hacer que ofrece. – silverchaos2k